"Osetkowski brilla en el Buesa Arena y lidera la victoria del Unicaja"
Uno de los clásicos de la ACB no podía decepcionar. El Unicaja se impuso en Vitoria por 88-90 en un encuentro que se definió en los últimos 10 segundos, tras una serie de altibajos en las rentas de ambos equipos a lo largo del partido. Dylan Osetkowski, con 26 puntos y 6 rebotes, fue el destacado de los de Ibon Navarro, permitiéndoles salir de la pequeña racha de dos derrotas en la ACB.
El Baskonia arrancó el partido arrasando al Unicaja. Un parcial de 11-0 de inicio encendió todas las alarmas del cuadro de Ibon Navarros. Raieste, Howard, Sedekerskis y compañía anotaban con mucha facilidad. El tiempo muerto no frenó la desventaja de los malagueños. Baldwin y Howard seguía ampliando la renta vitoriana ante los únicos puntos cajistas obra de Perry y Kalinoski. Comenzó a reaccionar el equipo del Carpena con el despertar en el partido de Osetkowski. El internacional alemán empezó a sumar y sumar con unos porcentajes excepcionales desde la línea de 6,75 que rápidamente redujeron las distancias entre los dos conjuntos. Diop y Howard de nuevo intentaron frenar el ímpetu cajista que acabó con unos tiros libres de Balcerowski para dejar el partido en 23-20 al final de los primeros diez minutos.
Rogkavopulos y Forrest empezaron de nuevo anotando al inicio de un segundo cuarto donde al Unicaja ya se le veía otro tono. La culpa de ello la tenía un Dylan Osetkowski sencillamente genial desde los tiros de tres. Perry y Kalinoski se sumaron a la fiesta del californiano y en un abrir y cerrar de ojos el Unicaja se había enganchado al partido. Kalinoski con una gran acción individual desde media distancia puso al Unicaja por primera vez por delante en el partido en el ecuador del segundo acto. El marcador hizo un poco el acordeón en esos compases del partido. Sima anotaba para el Unicaja y Baldwin respondía en el otro lado de la pista. Se cerró el segundo cuarto con un triple de Ejim que dejó al Unicaja dos puntos por encima al descanso. En el ambiente se empezaba a respirar algo de nervios en el cuadro de Pablo Laso.